Testimonio Del Poder Milagroso De Dios

 

A los 20 años, la joven de contextura delgada y bella sonrisa decidió estar más flaca de lo normal. La muerte de su abuela, la separación de su novio, y una vida solitaria en la universidad; la llevaron a practicar dietas estrictas, transformándose en cuadros bruscos de ansiedad.

 Para Randi, estos episodios eran como una droga. Empezó a registrar todas las calorías de sus alimentos y cuánto de peso perdía en el gimnasio. Quería alcanzar la contextura perfecta. Estas rutinas trajo como resultado un total abandono en su ritmo académico haciendo que  Penny, la madre de Randi, se diera cuenta  de la extrema delgadez de su hija.

 El diagnóstico médico detalló que sufría de anorexia nerviosa, por lo que le recetaron antipsicóticos. En otro de los cuadros, el corazón de Randi se iba apagando, así que fue hospitalizada porque su ritmo cardíaco había bajado tanto que podría morir. “Fue la primera vez que tuve mucho miedo. Oré constantemente y sé que Dios escuchó mis oraciones”, confesó Penny.

 Al ser dada de alta, abandonó la universidad y durante los seis años siguientes se dedicó a luchar contra la anorexia y la depresión; asimismo comenzó a ir a la iglesia, leer Biblia y orar, lo que le trajo una experiencia con Dios. Finalmente pudo ser libre y hoy habla sobre la verdadera identidad y aceptación que Dios brinda.

 Hoy en día ella está felizmente casada, a la espera de su segundo bebé y dedica sus tiempos libres a dirigir una ONG para ayudar a personas con problemas de salud mental y alimenticios. “Hoy, mi valor está en la belleza que viene de Dios y estoy muy agradecida por la forma en que me creó”, dijo para animar a otros que conozcan su testimonio.