martes, 20 de octubre de 2009

El campo francés está en pie de guerra

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Más de 50 mil agricultores invadieron París para protestar y exigir asistencia por las pérdidas que sufre el sector debido a la crisis.

El campo francés está en pie de guerra Piquetes. Los productores quemaron neumáticos y arrojaron montañas de paja en las calles más elegantes, como los Campos Elíseos de París.


París. La avenida de los Campos Elíseos en París y las rutas franceses se parecieron ayer a las rutas argentinas en plena crisis del campo. Agricultores enfurecidos e iracundos las coparon para protestar con ira y exigir "ayudas de urgencia" para salir de la crisis que atraviesa su sector.

Más de 52.000 personas participaron en las marchas y cortes porque los precios han retrocedido 2,5% en relación con el mes de julio y un 15% en relación con el año pasado.

Con tractores y camionetas en las rutas y montañas de paja y neumáticos ardientes en la Champs Elysses a la hora de mayor circulación, los productores agropecuarios expresaron su furia ante la caída de los precios y la falta de asistencia del Estado, cuando deben cumplir las exigencias de la Unión Europea.

Para poner una granja en orden con las regulaciones europeas, al menos se necesitan 100.000 euros. Pero los pequeños agricultores no consiguen ganar 1.200 euros al mes, el sueldo mínimo francés. La mayoría trabaja a pérdida y la situación se ha vuelto insostenible.

A las siete y media de la mañana, unos cincuenta cerealeros respondieron al llamado de "Jóvenes Agricultores", que pertenece al sindicato mayoritario FNSEA. Instalaron neumáticos ardiendo y montañas de paja en la intersección de los Campos Elíseos y la avenida George V, la más elegante de París, hasta cortarla en las dos direcciones del tránsito.

"El mundo agrícola está por colapsar", alertó Damien Greffin, el presidente de los "Jóvenes Agricultores", ante una ola de fotógrafos, camarógrafos y periodistas franceses y extranjeros, convocados para presenciar la acción.

Una ola de suicidios, similares a los de France Telecom, se extiende entre los productores, ante la imposibilidad de pagar sus obligaciones con los bancos y un futuro incierto.

Los autos hacían sonar sus bocinas, algunos en solidaridad y otros en franca furia, ante la inesperada acción mientras la policía antidisturbios se desplegaba en la avenida.

Los neumáticos incendiados despedían un humo negro. "Ayudan a los bancos. No ayudan a los agricultores: ¿por qué debemos pagar ese precio? Estamos muriendo y Francia es un país agrícola", reflexionaba Jean, en el piquete.

Los agricultores en cólera reunían a todos los sectores: lecheros, productores de legumbres, frutas, vitivinicultura, de carne de vaca y de cerdo. La caída de los precios los afecta por igual.

Cuando la espectacular "ira de los agricultores" en París se transmitía en directo por los noticieros de la mañana; sus pares avanzaban en las rutas con centenares de tractores, hasta provocar docenas de kilómetros de embotellamientos en diferentes caminos de Francia.

En Poitiers, los agricultores de la región de Poitou Charrentes -que preside la socialista Segolene Royal-, lanzaron 1.000 metros cúbicos de tierra en el centro de la ciudad para protestar por la caída de los precios y obtener un plan de ayuda de urgencia. Sobre la tierra sembraron simbólicamente trigo y maíz. CC

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