martes, 20 de agosto de 2013

Arqueólogos descubren posible hogar del profeta Eliseo

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El profeta bíblico, Eliseo, sanó enfermos, levantó muertos e hizo caer fuego del cielo. Pero, ¿cómo era la vida en el tiempo cuando él vivió? Una mirada exclusiva a un sitio arqueológico que revela cómo era esa época.

 Tras 16 años de excavaciones, los arqueólogos descubrieron una ciudad de tres mil años de antigüedad, en Tel Rehov, en el valle del Jordán. También hallaron un edificio que bien pudo ser la casa de Eliseo. "La casa estaba llena de objetos únicos, dos altares de cerámica que fueron usados para quemar incienso", comenta Ami Mazar.

 El arqueólogo en jefe, Ami Mazar, también señala la diferencia en la estructura de la casa. "Normalmente las casas tenían una entrada que daba a un gran espacio con habitaciones alrededor. Ésta casa está dividida en dos alas. Ambas se conectaban por una habitación trasera y cada ala tenía una abertura a la calle".

 Afuera de la habitación había altares de incienso, tal vez usados para dar ofrendas a Dios antes de entrar a escuchar el mensaje del profeta. Durante las excavaciones los arqueólogos descubrieron un cuarto especial en la casa, con una mesa y un banco adentro. También hallaron cerámica del noveno siglo con el nombre de Eliseo. Esto lleva algunos a creer que este cuarto era del profeta.

 "Hallamos una inscripción escrita en tinta roja sobre la cerámica, aunque está quebrada reconstruimos el nombre de Eliseo", explica Mazar. Eliseo nació a unas siete millas de Tel Rehov en abel Mehola, y atravesó el reino de Israel desde Jericó, a Samaria y a Sunem. "No puedo decir con certeza que éste Eliseo sea el mismo de la Biblia. Es muy difícil decirlo, pero es muy tentador porque es exactamente del mismo período en que vivió Eliseo: la segunda mitad del noveno siglo antes de Cristo", dice Mazar.

 El profeta Eliseo fue conocido por decirle a la viuda que pidiera vasijas prestadas, las llenara con aceite y las vendiera para pagar a sus acreedores…Tal como está escrito en 2 Reyes 4:1-7: "Vé y pide vasijas prestadas de todos tus vecinos… Vé y vende el aceite, y paga a tus acreedores; Y tú y tus hijos vivid de lo que quede". También es recordado por levantar al hijo de la sunamita de la muerte. "Llama a esta sunamita. Y él la llamo. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo", como se menciona 2 Reyes 4: 32-37.

 E instruir al general del ejército sirio, Naamán, que se lavara siete veces en el río Jordán para ser sanado de la lepra. "Vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. Y Eliseo le envió un mensaje, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio" (2 Reyes 5: 9-10).

 El arqueólogo Stephen Pfann declara la evidencia como convincente. "Con sólo otras 6 personas con el nombre de Eliseo conocidas en ese tiempo (dos siglos antes y después) podríamos creer que es simple suerte que éste hombre se llamara Eliseo o que éste es el profeta mismo". Otro descubrimiento que señala a Eliseo son dos inscripciones distintas que mencionan a la familia Nimsi. "Recordamos que a Elías se le pidió ungir como rey a Jehú, hijo de Nimsi. Él se lo pasó a Eliseo, quien a su vez envío a uno de sus discípulos para finalmente ungirlo", dice Pfann.

 Muchos arqueólogos prefieren no hacer conclusiones sobre la Biblia, pero algunos lo ven como una forma de unir las piezas. "La arqueología es como un gran rompecabezas, agregamos información de una excavación, de otra y de otra… Meggido, Tel Rehov, Beit Shean… y juntos tenemos una gran imagen, un gran rompecabezas para descifrar la cultura material de los israelitas", indica Mazar. Para Cary Summers, quien dirige la aldea nazarena, esto significa más. "Es como cualquier otro sitio arqueológico, en esencia, cada poco de tierra comprueba a la Biblia, un poco a la vez. Este sitio es magnífico".

 El futuro de este sitio es incierto debido al deterioro de los ladrillos de barro. Los expertos esperan que se pueda preservar para ayudar a futuras generaciones a entender la Biblia.

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