
Los feligreses y el pastor evangélico Mauricio Sanez Condorí alababan juntos con cánticos al cielo y agradecían la bendición de la vida. Justo en ese instante sublime de la comunión de los fieles con el Señor ingresó en el templo un ladrón, arma en mano y encapuchado, más preocupado por las cuestiones terrenales.
A los gritos, con malas maneras, y apuntando a la gente, el atracador empezó a exigir billeteras y teléfonos móviles a toda la concurrencia, de condición muy humilde, que llenaba la pequeña iglesia ubicada sobre la calle Reconquista, en la localidad de Rodeo del Medio de la provincia de Mendoza, 1.100 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
Como dueño de casa que es y consciente de su papel, Sanez Condorí, un delgaducho de 38 años que se gana la vida cultivando verduras, no hizo ni caso al intruso y siguió cantando plegarias a Jesús, lo que puso más de los nervios al delincuente.
"Yo pensé que uno solo no nos podía hacer nada a tantas personas", razonó, con algo de sentido común, el pastor evangélico.
El atracador iba quitando dinero y pertenencias a sus víctimas y, de repente, David y Avelino Amador, dos feligreses que son padre e hijo, atravesaron el portal e ingresaron al templo. Creyendo que lo habían pillado, el ladrón reaccionó de forma histérica y disparó su revólver contra Condorí, que encabezaba la ceremonia, de pie, en el altar.
El cañón del arma apuntaba al pecho del pastor. El proyectil iba dirigido, todo recto, hacia allí pero impactó en la Biblia con que predicaba y, desvió el recorrido original, alejándose del blanco buscado por el delincuente. El plomo sólo alcanzó a rozar a Condorí.
"Yo pensé que era una bala de goma, porque cuando me hirió me di cuenta de que no era grave", relató la víctima.
Como en un milagro, el pastor cayó en la cuenta de que la Biblia estaba rota por el balazo y había salvado su vida. "Esto me hace creer aún más en un Dios que me cuida", concluyó, después, emocionado. El ladrón alcanzó a huir. Por las dudas, Condorí dijo a la prensa que si se arrepiente lo recibiría en su congregación, aunque, al mismo tiempo, pidió a la Justicia 'mano dura' con los delincuentes.














"Pedid por la paz de Jerusalém;
Sean prosperados los que te aman.
Sea la paz dentro de tus muros,
Y el descanso dentro de tus palacios.
Por amor de mis hermanos y mis compañeros
Diré yo: La paz sea contigo.
Por amor a la casa del Señor nuestro Dios
Buscaré tu bien."



Cuando Jesús murió en esa cruz, fue alli donde nosotros nacimos.
Debemos tomar conocimiento acerca de ese gran sacrificio que el Hijo del Hombre ha hecho por cada uno de nosotros, tantos tormentos, castigos...solo por nosotros, por el gran amor que El nos tiene.
Jesús siendo Dios podía decir basta a esto, no lo quiero, y sin embargo obedeció al Padre para que se cumpliera el Sacrificio del Cordero; solo asi con su SANTA SANGRE pudieron lavarse nuestros pecado y asi fueron abiertos los Cielos para poder estar en los lugares Santos junto a El....pues cada uno de nosotros tenemos un lugar alli, junto a El y al Padre.
Como no darle gracias por tanto amor!!! El te pensó y te amó antes de la creación, dice la Palabra; ya te tenía pensado desde antes de la creación.
Que maravilloso es este Dios Vivo que tenemos.... Debemos agradecerle siempre a Jesús, con obediencia, en humillación, reconociendo que de El es toda la Gloria, es todo el Honor , toda la Honra...solo para El; que no quede en vano tanto dolor, castigos, humillación, tanta Sangre derramada solo por ti; piensa cada minuto de cada día, todo lo que Jesús pasó lo hizo por ti. Deja que solo una gota de su Sangre te toque hoy....





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