martes, 13 de octubre de 2009

¿El final de la era nuclear?

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¿El final de la era nuclear?


El 12 de octubre de 1939 el presidente norteamericano, Franklin D. Roosevelt, dio luz verde al comienzo de la era nuclear. Los científicos Albert Einstein y Leo Szilard convencieron al líder de EE UU de la necesidad de adelantarse a Alemania en la creación de la primera bomba atómica. Arrancaría poco después el Manhattan Project, cuyo primer fruto fue la explosión de prueba del artefacto 'Trinity', el 16 de julio de 1945 en Alamogordo (Nuevo México).
Tres semanas después, La bomba de uranio "Little Boy" arrasaria la ciudad de Hiroshima , causando la muerte de unas 140.000 personas. Estados Unidos volvería a emplear el arma nuclear en Nagasaki , el 9 de agosto de 1945, ya por última vez en acciones de guerra. Continuarían, no obstante, las explosiones de prueba a cielo abierto (atmosféricas), incluso después de la firma, en 1963, del Tratado de Limitación de Ensayos nucleares. Muchos países, entre ellos China, India y Pakistán, no lo suscribieron.
Setenta años después, el jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, galardonado el viernes con el Premio Nobel de la Paz, presidía el pasado 24 de septiembre la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la que se aprobó por unanimidad la resolución 1887. El documento hace un llamamiento para lograr «un mundo sin armas nucleares», idea que Obama ya lanzó el pasado abril en Praga y que volvió a plantear encendidamente en su intervención ante el Consejo de Seguridad antes de votarse la resolución.
Pero, hechas las matizaciones oportunas, parece que Estados Unidos y el resto de las grandes potencias pretenden, más que deshacerse de sus propios arsenales atómicos, evitar que otros países se unan al club. Las miradas apuntaban a Irán y Corea del Norte. La resolución 1887 pide a las naciones que no se han adherido todavía al Tratado de no Proliferación Nuclear (NPT) que lo hagan sin pérdida de tiempo y solicita la abolición total de los ensayos nucleares.
EE UU es uno de los países que aún no han ratificado el Tratado Integral de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBT) como tampoco China, India, Pakistán, Israel, Corea del Norte e Irán. En cuanto al NPT, faltan las firmas de Pakistán, India e Israel. Corea del Norte lo abandonó en 2003.
Hay otros muchos países que tampoco están vinculados a ninguno de los dos tratados, pero, aún contando con programas nucleares pacíficos o en vías hacia su desarrollo, carecen de posibilidades de obtener armas atómicas de inmediato. Entre esos estados, según el ex subdirector de la agencia nuclear rusa (Rosatom), Nikolái Spasski, se encuentran Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Siria, Indonesia y, sobre todo, Irán, el caso que más preocupa a la comunidad internacional. A Corea del Norte se la considera ya un país con armas atómicas.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, dijo el viernes que «Rusia está muy interesada en que no se amplíe el club de las potencias nucleares porque la situación podría descontrolarse». «La lucha contra la proliferación es una tarea muy importante, debemos continuarla y acometer, al mismo tiempo, la reducción de los arsenales nucleares ya existentes», manifestó al primer canal de televisión ruso.
El jefe del Kremlin recordó que actualmente Moscú y Washington negocian un nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. El vigente en estos momentos -el START-1- vence el próximo 5 de diciembre. En julio, durante la visita de Obama a Rusia, se acordó que, en el nuevo acuerdo de desarme, el número de cargas nucleares por cada parte se sitúe sobre las 1.500 y en 500 el volumen de portadores (misiles instalados en tierra, submarinos y bombarderos estratégicos), cifras aún demasiado abultadas.
Rusia posee hoy día alrededor de 4.000 ojivas nucleares. El Departamento de Estado norteamericano las cifra en 3.909, el Ministerio de Defensa ruso en 4.279, el especialista del Centro de Problemas Estratégicos, Vladímir Dvorkin, en 3479 y el experto en temas militares, Alexánder Jramchijin, en 3.161. El número de portadores alcanzarían las 927 unidades.
Por su parte, EEUU, según diversas fuentes, tendría entre 5.500 y 5.966 cabezas atómicas y aproximadamente 1.200 portadores, de los que un millar serían cohetes balísticos. El Reino Unido, según Dvorkin, concentra todo su potencial nuclear en cuatro submarinos, cada uno dotado de 16 lanzaderas. Cada cohete (64 en total) lleva 8 cargas atómicas. Estos datos indican que Londres tendría desplegadas todas sus 512 bombas nucleares, sin embargo, oficialmente se admite la operatividad de tan sólo 160 ojivas.
Secreto de Estado
Francia, además de 4 submarinos, cuenta con 84 aviones con cohetes provistos de cargas atómicas tácticas de potencia reducida. China, de acuerdo con los datos del Stockholm International Peace Research Institute, poseería unas 300 cabezas nucleares y 252 portadores (120 misiles en tierra, 120 aviones y un submarino con 12 lanzaderas). China es el tercer país, junto con EE UU y Rusia, que tiene su arsenal atómico emplazado en tríada (tierra, mar y aire).
Lo que realmente almacena el resto de los países del club atómico es un misterio. El arsenal de India se calcula en un centenar de cargas, el de Pakistán en 20, sobre 200 tendría Israel mientras Corea del Norte dispone de material suficiente para fabricar hasta 12 artefactos. Todos estos países disponen de misiles de medio alcance y algunos aviación táctica con posibilidad de utilización en misiones estratégicas. India se halla en negociaciones con Rusia para comprar submarinos.
La potencia media de las bombas de los arsenales nucleares de los cinco países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (EE UU, Rusia, Reino Unido, Francia y China) varía entre los 350 kilotones de las cargas americanas W88, los 1.000 kilotones (un megatón) de las W59 y los 50.000 kilotones (50 megatones) de la 'Tsar bomba' rusa. Un kilotón equivale a mil toneladas de TNT. A modo de comparación, la bomba que destruyó Hiroshima tenía unos 15 kilotones. Las ojivas de India y Pakistán son algo más pequeñas, entre los 10 y los 40 kilotones. El presidente de la Comisión de Energía Atómica india, Anil Kakodkar, sostiene, no obstante, que su país tiene capacidad para fabricar cargas de hasta 200 kilotones.
El ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov afirmó esta semana durante una conferencia en la sede de la ONU en Ginebra que «los arsenales de Rusia y EE UU siguen superando a los de todos los demás países nucleares juntos, lo que hace muy difícil lograr que otros estados apoyen un proceso de desarme». Efectivamente, las armas nucleares de Moscú y Washington constituyen el 90% de todas la existentes en el planeta. Según Gorbachov, «si 5 ó 10 países tienen la bomba atómica como garantía última de seguridad, otros 20 ó 30 piensan que por qué no pueden tenerla también».
Cuando Washington inició la era nuclear, confiaba en haber mantenido el monopolio sobre ese nuevo tipo de arma. La realidad, sin embargo, demostró que el secreto se propagó rápidamente a otros países. La huida de científicos de Alemania, el espionaje y la intensificación de las investigaciones sobre el átomo hicieron que EE UU perdiera la exclusiva.
La Unión Soviética experimentó su primera bomba atómica en 1949, Reino Unido en 1952, Francia en 1960, China en 1964, India en 1974, Pakistán en 1998 y Corea del Norte en 2006. Israel informó en 1961 sobre la existencia de su reactor de producción de plutonio en Dimona y, en 1986, el ingeniero Mordejái Vanunu reveló a 'The Sunday Times' detalles sobre el programa nuclear del Estado hebreo. Tel Aviv, sin embargo, nunca reconoció tener armas nucleares ni desmintió su existencia.
Países como Sudáfrica, Irak y Libia abandonaron sus programas nucleares. Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania cedieron sus armas atómicas a Rusia. De Siria siempre se ha sospechado que mantiene investigaciones en secreto e Irán continúa fabricando centrifugadoras para enriquecer uranio, paso imprescindible para fabricar la bomba atómica.
Apariencia energética
Spasski cree que actualmente «no es difícil crear armas atómicas bajo la apariencia de un programa nuclear para uso civil». Lo mismo piensa el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed el-Baradei, quien opina que «se está poniendo de moda que los países intenten protegerse con el desarrollo de armamento nuclear». Por otro lado, muchos iraquíes creen que los americanos no hubieran intervenido en su país si Sadam Hussein hubiera tenido bombas atómicas.
Los expertos consideran que el desarme nuclear total es imposible mientras exista un solo país del club que no esté dispuesto a deshacerse de sus arsenales. A juzgar por lo que establece la doctrina militar de Rusia, mientras EE UU mantenga su superioridad en armamentos convencionales, la disuasión nuclear es la única alternativa. Es más, de acuerdo con el documento que Vladímir Putin firmó en 2000, Rusia se reserva el derecho de recurrir a las armas atómicas, no sólo como respuesta a un ataque también nuclear, sino «ante cualquier tipo de amenaza» para su seguridad. Moscú no descarta tampoco la posibilidad de «ataques preventivos».
El jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, el general Nikolái Makárov, manifestó en febrero que «el arma nuclear actúa como principal factor de disuasión y seguirá desarrollándose como tal». «La importancia de estas fuerzas puede aumentar aún más en el futuro», añadió. Por su parte, el comandante en jefe de las unidades atómicas, el general Nikolái Solovtsov, anunció el ejercicio pasado que el proceso de modernización del arsenal se culminará en pocos años con la entrada en servicio de los nuevos misiles balísticos Tópol-M de varias cabezas, según él, «imbatibles».

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