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De acuerdo con la investigación este avance médico podría transformar las enfermedades relacionadas con la edad y problemas de fertilidad.
Estas células tienen la capacidad de convertirse en espermatozoides y óvulos maduros, algo que nunca se ha hecho en un laboratorio.
La ley británica prohíbe a las clínicas de fertilidad usar esperma y óvulos artificiales para el tratamiento de las parejas infértiles. En 2012, científicos japoneses crearon óvulos de ratones a partir de células madre y se utilizaron para el nacimiento de cachorros.
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