
El circuito se dobla, arruga y extiende con las propiedades mecánicas de la piel, según los científicos. También lleva unas pequeñas células fotoeléctricas que pueden generar energía o absorberla de radiación electromagnética.
“Nuestra meta era desarrollar una tecnología electrónica que pudiese integrarse con la piel de una manera que sea mecánica y fisiológicamente invisible para el usuario”, dijo John Rogers, profesor de la Universidad, en Urbana, Champaign, uno de los científicos que participó en esta investigación de seis años.
El propio parche montado sobre una lámina de plástico soluble en agua antes de ser puesto en la piel, se puede aplicar no sólo como temporal, sino incluso en la parte superior de otro tatuaje para así poder ocultarlo.
“El diseño permite a los semiconductores, inorgánicos y frágiles, alcanzar una elasticidad y flexibilidad extremas. Además, el diseño de serpentina es muy útil para autoadherencia a cualquier superficie sin usar pegamento”, expresó Yonggan Huan, científico de la Northwestern University, quien también participó en el estudio.
El parche además fue probado como control de un videojuego de computadora. Cuando el tatuaje fue adherido al cuello de una persona, fue capaz de detectar la diferencia entre palabras como “arriba”, “abajo”, “derecha”, “izquierda”, “avanzar” y “detenerse”.
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