lunes, 1 de julio de 2013

Ejército egipcio da a Mursi 48 horas para compartir el poder

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EL CAIRO  - Las poderosas fuerzas armadas de Egipto dieron al presidente islamista Mohamed Mursi una suerte de ultimátum el lunes para que comparta el poder, instando a los políticos a acordar una hoja de ruta inclusiva para el futuro del país en 48 horas.

Un dramático comunicado militar emitido por la televisión estatal declaró que la nación estaba en peligro luego de que millones de egipcios salieron a las calles el domingo a exigir que Mursi renuncie y de que las instalaciones del partido gobernante Hermanos Musulmanes fueran saqueadas.
 
 "Si las demandas del pueblo no son atendidas dentro del período definido, será deber (de las fuerzas armadas) anunciar un mapa de ruta para el futuro", indicó el comunicado firmado por el general Abdel Fattah al-Sisi, cuya difusión fue seguida de música patria.

El pueblo ha expresado su voluntad con una claridad sin precedentes en las manifestaciones masivas y perder tiempo sólo aumentaría el peligro de división y conflicto, agregó.

El Ejército señaló que controlaría la implementación de la hoja de ruta delineada "con la participación de todas las facciones y partidos nacionales, incluidas las personas jóvenes", pero que no se involucraría directamente en política o en el Gobierno.

Manifestantes opositores a Mursi reunidos en las afueras del palacio presidencial celebraron el comunicado del Ejército, y el Frente de Salvación Nacional, principal partido de la oposición que ha demandado un Gobierno de unidad nacional durante meses, también festejó el anuncio.

En la Plaza Tahrir de El Cairo, miles celebraban la acción del Ejército: "Queremos que un nuevo Consejo de las Fuerzas Armas gobierne hasta nuevas elecciones", dijo el contador Mohamed Ibrahim, de 50 años. "El Ejército sólo respalda la voluntad revolucionaria legítima del pueblo", agregó.

El fundador del movimiento de protesta egipcio "Tamarud - Rebel!" que llevó a millones a reclamar la renuncia de Mursi también celebró el ultimátum del Ejército.

 "El comunicado de las fuerzas armadas tiene una única idea: respaldar la voluntad del pueblo egipcio en este momento, lo que implica elecciones presidenciales anticipadas", dijo en una conferencia de prensa televisada.

Un miembro de alto nivel del Partido Libertad y Justicia de Hermanos Musulmanes dijo que "todos rechazan el comunicado de las fuerzas armadas".
 
"Las soluciones serán en el marco de la Constitución. La era de los golpes militares está acabada", agregó.
Es la segunda vez en apenas una semana que las fuerzas armadas lanzan una advertencia formal a los políticos, sumando presión para que Mursi conceda compartir el poder con la oposición liberal, secular y de izquierda.

Analistas dijeron que la intervención militar podría servir a Mursi si desea comprometerse, pero que podría dar a sus oponentes un incentivo para endurecer sus demandas, alentadas por el apoyo de los ciudadanos y los generales, a riesgo de alentar un golpe de Estado.

 "El ultimátum tiene el halo de un posible golpe", dijo Yasser al-Shimy, del Grupo Crisis Internacional.

TENSIÓN 

La sede en El Cairo de los Hermanos Musulmanes fue asaltada el lunes, mientras Mursi intentaba resistir al pedido de millones de personas que salieron para exigir su renuncia.

El movimiento islamista, que operó en las sombras hasta el derrocamiento del líder autocrático Hosni Mubarak en 2011, dijo que estaba buscando cómo defenderse.

Las ciudades habían recobrado la calma luego de las masivas manifestaciones del domingo, las más grandes registradas desde la revuelta de la Primavera Árabe, aunque los saqueos en las oficinas de Hermanos Musulmanes pusieron de manifiesto la profundización de la polarización política, llevando al movimiento a hablar de actuar en defensa propia.

Cinco ministros del Gobierno que no pertenecen al partido renunciaron al Gabinete, aparentemente como señal de empatía con los manifestantes, subrayando la sensación de aislamiento del grupo que ganó varias elecciones el año pasado.

Ocho personas murieron en una noche de enfrentamientos en los alrededores del edificio de los Hermanos Musulmanes, donde guardias dispararon a jóvenes que arrojaban piedras y bombas molotov. Un funcionario del partido dijo que dos de sus miembros resultaron heridos.

Otras ocho personas murieron y 731 fueron heridas en enfrentamientos alrededor del país el domingo, dijo el Ministerio de Salud.

El portavoz del movimiento dijo a Reuters que el ataque había cruzado una línea roja de violencia y que entre las posibles respuestas podría estar la de reactivar los "comité de autodefensa" de la revuelta del 2011. "La voluntad del pueblo no se quedará sentada en silencio", dijo Gehad El-Haddad.

El movimiento de Mursi se quejó de la falta de protección policial, lo que resalta su percepción de que está bajo acoso tanto por parte de la oposición liberal como del oficialismo estatal heredado del régimen previo.

 SIN DIÁLOGO 

Los organizadores liberales de la protesta, que declararon a Mursi derrocado por el poder del pueblo el domingo, le dieron como plazo hasta las 5 de la tarde del martes para que abandone el cargo y convoque a elecciones, o se enfrente a una nueva manifestación masiva.

Mursi, que no apareció en persona, renovó su ofrecimiento de diálogo a través de sus aliados y se comprometió a trabajar con un nuevo Parlamento que podría ser electo si pueden limarse las asperezas en torno a las reglas electorales.

 La oposición no confía en el movimiento islamista, al que los críticos acusan de usar una serie de victorias en comicios para monopolizar el poder. Quieren una reforma total de las normas de una democracia de funcionamiento imperfecto en los últimos dos años.

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