viernes, 9 de noviembre de 2012

La eurozona estará “significativamente” peor en seis meses, advierten expertos

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La situación económica de la eurozona en los próximos seis meses será “significativamente” peor que la actual debido a los déficits presupuestarios, el desempleo y la caída del consumo, según una encuesta entre expertos adelantada ayer por el instituto económico alemán Ifo.

Las bajas expectativas se vieron reforzadas por la caída de las exportaciones germanas en septiembre. Las recientes encuestas no entregaron señales de mejoría para fines de año y los riesgos en torno a la zona euro siguen siendo negativos, dijo el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

Añadió que el BCE podría rebajar sus previsiones para el PIB el próximo mes debido a “economías más débiles”.

 La entidad optó ayer por mantener su tasa en 0,75% ante la débil coyuntura. El Banco de Inglaterra también conservó los tipos en 0,5%. 


Desplome general
 

El “Indicador de clima económico para la zona euro” del cuarto trimestre de 2012 de Ifo apunta que la calificación media de la coyuntura presente ha caído ligeramente, pero que las perspectivas para dentro de seis meses se han desplomado.

Así, la percepción de la situación actual cayó en este trimestre hasta los 97,9 puntos, desde los 103,5 que obtuvo en el anterior; mientras que las previsiones para dentro de seis meses se hundieron de 80,3 hasta 72,1 enteros.

 La principal razón alegada para justificar estos pronósticos negativos fueron “los déficit presupuestarios” de muchos países de la eurozona, el desplome de la demanda interna y el repunte del desempleo.

Además, la mayoría de encuestados alegó que “aún no hay signos de recuperación económica en el horizonte”.

 Por países, la valoración de los expertos de la situación actual quedó en el nivel de “recesión” en Chipre, España, Grecia, Italia y Portugal, y en “desfavorable” para Bélgica, Eslovenia, Finlandia, Francia, Holanda e Irlanda.

Las malas expectativas son tales que Klaus Regling, jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), dijo ayer a Reuters que si bien espera que los préstamos dados a los países en apuros de la zona euro se devuelvan, la posibilidad de un impago todavía se debe tener en cuenta. 


 El frenazo alemán
 

El pesimismo se vio confirmado por las negativas cifras comerciales de Alemania, donde cayeron las importaciones pero las exportaciones cedieron aún más, reduciendo el superávit comercial.


Las importaciones cedieron 1,6% y las exportaciones 2,5%, el mayor declive desde diciembre de 2011.

 Asimismo, el superávit comercial desestacionalizado se redujo a 17.000 millones de euros desde 18.100 millones de euros en agosto.

 “La crisis de deuda ha llegado a Alemania: a fines del 2012, una demanda más débil desde el exterior se suma a la incertidumbre que pesa sobre las inversiones desde el verano (boreal) del 2011”, afirmó Andreas Scheuerle de Dekabank, a Reuters.

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