domingo, 6 de diciembre de 2009

Patata caliente» para España

0 comentarios




Si la UE acuerda reconocer Jerusalén Este como capital de un futuro Estado Palestino, será España quien tendrá que vérselas con Israel. La reflexión la hacía a ABC un portavoz del Ministerio de Exteriores judío que, ante la esperanza de que Bruselas no apruebe finalmente tal decisión, explicaba que la «cartografía» de apoyos a la iniciativa «no es nada cierta» sino que está «evolucionando». No en vano, Israel ha puesto a trabajar todo su potencial disuasorio-diplomático para que los europeos «evolucionen» hacia el abandono de tal propuesta. «A ver qué hace España; la idea -advertía sin reparos el alto funcionario- dificultaría el trabajo de la Presidencia española».
Incluso la prensa de Tel Aviv ha publicado interesadamente que España va a oponerse al reconocimiento del informe de los expertos. Sin embargo, fuentes en Jerusalén aseguraban que «España no se va a oponer».
La política ha sido siempre favorecer la solución de dos Estados, y eso es igual a un Jerusalén compartido. No hay nada nuevo: Zapatero, 15 de octubre en la Muqata de Ramala: «España va a mojarse por el reconocimiento del Estado palestino». Miguel Ángel Moratinos, en junio en Ciudad Real: la Presidencia española de la UE llevará en su «agenda política» mediar por «el reconocimiento del Estado palestino». Demasiado mensaje propalestino para los oídos de las autoridades judías.
Espadas en alto
Moratinos y los israelíes, empezando por su primer ministro, Benjamin Netanyahu, son viejos conocidos. Ahora, si se produce la colisión con la que amenaza Tel Aviv, el español va a necesitar mucho más que la experiencia que acuñó en sus siete años (1996-2003) como enviado de la UE en Oriente Próximo para gestionar la «patata caliente» del reconocimiento de Jerusalén Este.
Va a hacer falta mucha cintura para evitar que la presidencia española naufrague en las procelosas aguas del conflicto de esta región. Tel Aviv no pierde de vista la amistad de Moratinos con Siria, que en septiembre plantó a su homólogo Lieberman en Jerusalén por recibir en Madrid a Hugo Chávez. Tampoco olvida, la kefiya de Zapatero, o a la Audiencia Nacional persiguiendo a los militares judíos

0 comentarios: