La Unión Europea busca presidente

A la espera de que se apruebe el Tratado de Lisboa, para lo que sólo falta la firma de la República Checa, en Europa ya empiezan a aparecer posibles candidatos para presidir el Consejo Europeo. Este nuevo mandato tendrá una duración de dos años y medio y en él está en juego mucho prestigio y poder para todos los países miembros. Tony Blair y François Fillon son los dos claros favoritos para ocupar el nuevo cargo, aunque, por el momento, prefieren ser cautos y no pronunciarse con excesiva claridad, ya que todavía no hay una fecha concreta para la elección.

Hasta ahora, la presidencia del Consejo Europeo rotaba cada seis meses entre los países miembros de la Unión. Pero con la aprobación del Tratado de Lisboa este sistema se sustituirá por un mandatario (tiene que tener la nacionalidad de uno de los países que pertenezcan a la Unión Europea) que ocupará ese puesto, durante un dos años y medio. También, habrá otro puesto que será el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, un cargo muy similar a una vicepresidencia.

Con esta modificación, el nuevo presidente desempeñará una labor de gran importancia. Su presencia permitirá adaptar sus métodos de trabajo, lograr un liderazgo más firme y consolidar la legitimidad democrática de la Unión. “Europa es muy difícil de gobernar porque son muchos miembros y la iniciativa del presidente tiene que ser muy grande”, asegura el profesor de Historia Florentino Portero.

Entre los candidatos destaca el ex primer ministro británico Tony Blair a quien le favorece la experiencia de haber presidido durante una década (1997-1998) el Reino Unido y el apoyo de varios líderes europeos de importante relevancia como Nicolas Sarkozy o la canciller alemana Ángela Merkel. En cambio, puede perjudicarle su apoyo a la guerra de Iraq (uno de los asuntos que más ha dividido a la Unión Europea) y que en su país no esté el euro ni en muchas de las políticas representativas de la UE. También en su contra está que los conservadores de su propio país no están muy por la labor de que Blair obtenga el nuevo cargo de Europa.

Aunque hace algunas semanas fue preguntado rechazó la posibilidad de acceder al cargo, suena también el nombre Felipe González. Al igual que Blair, presidió su país natal durante más de diez años y fue el hombre que llevó a España a entrar dentro de la Comunidad Económica Europea y de esta forma, aumentar el prestigio internacional de España. “Desde mi punto de vista yo creo que Felipe González no reúne las cualidades para desempeñar ese cargo”, reconoce Portero en declaraciones a EL IMPARCIAL.

Desde Luxemburgo, aparece la opción de Jean Claude Juncker, un hombre con gran experiencia nacional e internacional y que además su llegada podría ser bien acogida por los países pequeños por aquello de que se evitaría estar supeditado únicamente a las órdenes de Francia o Alemania. En su currículum, Juncker cuenta con haber gobernado el Banco Mundial, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Además, ha ocupado varias veces en su país el cargo de primer ministro y hace algunos años le ofrecieron presidir la Comisión Europea, lo que rechazó por “tener un compromiso con sus votantes”.

El actual primer ministro del Gobierno francés François Fillon, con una dilatada trayectoria en la política, ya que además de su actual cargo ha ocupado distintas carteras ministeriales de Francia, como Educación y Trabajo y Asuntos Sociales, es otro de los aspirantes con más opciones. Sarkozy ya le propuso hace unos meses como una alternativa para Barroso, pero tras la reelección del ex mandatario portugués, el presidente galo apuesta por él para desempeñar la nueva plaza de Europa, lo que además permitiría a Francia consolidar su hegemonía en Europa. Por ello, en el país galo tampoco se descarta la posibilidad de que Fillon pueda aspirar al cargo de Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores.

Para ese puesto de vicepresidente también tiene muchas opciones Frank Walter Steinmeier, que durante varios años fue ministro de Asuntos Exteriores de Alemania. Al igual a Francia, su presencia dotaría de un prestigio mayor a los alemanes en Europa. El hecho de no hablar inglés y la posible presencia de Francia en el Consejo Europeo, lo que podría llevar a varios de los países pequeños a mostrar su disconformidad por una dupla franco-alemana, pueden perjudicarle seriamente. También, para ese puesto se especula con otros nombres como Chris Patten o Carl Bildt, este último, por ahora, es el único que ha dicho que quiere el puesto y también el primero al que han dicho que no. Asimismo, podría darse la situación de que ese cargo fuera a parar a una mujer, donde aparecen se especula con nombres como el de Mary Robinson.

En definitiva, en el caso de que se apruebe el nuevo tratado, además de dar unos síntomas de avance de la Comunidad Europea, este hecho, aunque todavía no hay fecha concreta para la elección, provocaría una movilización de todos los países miembros con el objetivo de tener a un representante de su estado en uno de los dos puestos de mayor poder del continente, lo que llevaría a aumentar la hegemonía de su país en Europa.

“Hasta ahora la Unión Europea ha estado estancada y, por tanto, urge que aprobar un nuevo tratado y fijar un marco jurídico en el que se pueda empezar a trabajar en serio”, dice Portero.