Crisis económica global, profunda y abarcadora

La Habana, 20 may (PL) Sin pretender ser alarmistas pero sí lo más objetivo posible, el economista cubano Osvaldo Martínez calificó la actual crisis económica de global y como la más profunda desde la ocurrida en los años 30. Se trata, afirmó el especialista, de una recesión marcada por un elevadísimo grado de desarrollo del mercado financiero global en el que operan las llamadas grandes burbujas, por encima del producto interno bruto mundial real.

El director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial consideró que por el comportamiento actual la recesión probablemente ya está en camino a una depresión, a pesar de "algunas señales de recuperación" divulgadas en los últimos días por la prensa occidental.

Informaciones sobre despidos masivos, cierre de empresas, aumento de la pobreza y quiebra de bancos recorren el mundo a diario, indicó Martínez.

Lo que para muchos es una crisis financiera o inmobiliaria, para otros no escapa la impactante verdad: es una crisis económica global porque se trata de un conflicto energético, alimentario y ambiental.

Es un caos mundial que acapara la atención de gobiernos, empresas, organizaciones internacionales, y también de personas cuya mayor preocupación es el techo y el plato de comida.

De esa forma, el prestigioso economista advierte que la recesión está en pleno desarrollo, y nadie puede predecir exactamente cuánto va a durar ni qué intensidad va a tener.

A diario se dice que la crisis está tocando fondo y lo peor pudo haber pasado pero son sólo respiros, porque está demostrado que las crisis capitalistas no son una caída en línea recta, tienen altos y bajos, aclaró.

Para Martínez, los que no supieron predecirla ni atajarla y mucho menos solucionarla -Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial- buscan hasta la cuerda más delgada para agarrarse y pretender una salvación. Por qué entonces el recién terminado primer trimestre fue el peor para la Unión Europea y la zona euro con un retroceso del producto interno bruto del 2,5 por ciento, y el de Estados Unidos, aunque no tan grave, marcó una reducción del 1,5, se preguntó.

El elevado grado de globalización de la economía mundial ha provocado un descenso de los precios de las materias primas y del petróleo, la gran industria automotriz estadounidense e importantes sectores productivos alemanes han anunciado la quiebra, a pesar de la ayuda gubernamental, precisó.

Las aerolíneas eliminan vuelos, el turismo se reduce y la demanda energética baja, porque se trata de un proceso en cascada que arrastra y lleva a una profundización más grande de la crisis.

Algunos con mayores reservas como China y los más avanzados de América Latina, entre ellos Brasil, Argentina y Chile, se resentirán menos y no tan pronto, aclaró el especialista.

Pero como siempre ocurre -insistió- la situación será dramática para los países más pobres y dependientes de las exportaciones, los créditos, las ayudas de Estados Unidos y las remesas de sus ciudadanos radicados allí, que ya se reducen.